Para evaluar su comportamiento, un grupo de moscas de la fruta serán enviadas a La Estación Espacial Internacional durante este año. Estas moscas son muy valiosas, pues ellas y los humanos tanto genéticamente como en comportamiento se parecen mucho y son fácilmente reemplazables. (Además de su rápida reproducción.) Se espera que estas investigaciones ayuden a entender mejor los desafíos y los efectos de los viajes prolongados en el espacio.
La Nasa ha anunciado que se planea realizar un viaje de 8 meses a marte ya en 2021, por lo que se cuenta con menos de una década para tener una idea de lo que sufrirán los astronautas, tanto físicamente como psicológicamente. El objetivo de estos experimentos es conocer como reaccionarán los genes de las moscas, y los de los humanos, en el espacio. Ya se sabe que la falta de peso altera el comportamiento de los genes (exceso de receptores de vitamina D, ineficacia del sistema inmunitario, debilitación de huesos, etc). En cada generación se estudiarán los genes más y menos activos de esta especie en la órbita y los cambios en cada generación.