Para empezar, dañan la naturaleza. Se echa una gran cantidad de productos tóxicos, contaminan variedades tradicionales o incluso las eliminan, y provocando gran pérdida de biodiversidad.
También son peligrosos para la salud. Se ha relacionado la leche de las vacas hormonadas con cáncer (mama, próstata y colon) y se cree que provocan alergias.
No se saben los efectos de estos alimentos y aún así los ingerimos a grandes cantidades, sin saber las consecuencias.
Fuentes: